Bonito y emotivo reencuentro, después de mil años, con Juan Mari Calvo, antiguo compañero de aventuras periodísticas en la Agencia EFE. Con Olga, su mujer, disfrutaron de un fantástico paseo a caballo durante unos de esos espectaculares y frecuentes días del Pirineo aragonés, fresco y soleado, con un cielo azulísimo sobre el que se recortaban las cimas nevadas.
Aun sin ser jinetes expertos, pudieron cabalgar durante 5 horas, partiendo de nuestro centro en Jaca, por el Camino de Santiago, con los picos de Collarada y Las Blancas marcando la ruta, para terminar con un relajante paseo por el bosque el Juncaral de Villanua.
Disfrutamos también de la gastronomía altoaragonesa, y de sus caldos y sobre todo de la conversación, que como no, nos llevó hasta nuestros recuerdos de jóvenes periodistas: Guinea, Israel, Libano, Miami, Nicaragua, El Salvador, Canada. Madrid, Mexico, India… apasionantes idas y vueltas. EFE ,qué gran casa!.
Nuestros turistas ecuestres cabalgaron a ritmo dulce y sostenido, en medio de una espléndida naturaleza, con el martilleo de los cascos de los caballos cómo única música de fondo. A lo lejos, en las cimas cercanas, se amontonaban los esquiadores. Algunos hasta se daban media vuelta. Qué locura de fin de semana por culpa de San Valero, con la complicidad de abundante sol y nieve. ¡Espectacular pirineo!
Hablamos, como no, de hijos, que crecen y toman su camino, de compañeros, que ya lo han abandonado. Y también de bonsáis!! Juan Mari es “maestro bonsái”. Así como suena. Lleva más de 20 años dedicando tiempo, saber y paciencia a esta pasión y arte. Nos resultó curioso que se interesara durante la excursión por detalles como un tronco abatido, una rama de boj quebrada, quizás por el paso de un jabalí o por el empuje de un corzo. Esos trozos, que deben de estar vivos aún, son el soporte ideal para dar nueva vida y crear un bonsái. ¡¡A que montamos un curso sobre bonsáis este verano durante nuestros campamentos hípicos!!! Debe aportar tanto sosiego como las clases de yoga.
Juan Mari y Olga prometen volver. ¡Os esperamos! Las diferentes estaciones en el Pirineo rivalizan en belleza. Y vivirlas a caballo es todo un privilegio.